Si tienes la piel sensible, seguramente alguna vez te hayas preguntado si puedes utilizar productos exfoliantes en tu rutina de cuidados.
Todas las pieles se pueden beneficiar de la exfoliación, incluso aunque sean sensibles. Pero, ¿por dónde empezar? Veamos qué es la exfoliación, por qué es importante y cómo hacerlo correctamente.
La exfoliación es el proceso por el que se elimina la acumulación de células muertas de las capas más superficiales de la piel, proporcionando una limpieza profunda que elimina la suciedad y las impurezas y ayuda al proceso de renovación celular.
Existen dos formas principales de hacerlo: química y física.
La exfoliación o peeling químico actúa rompiendo las células muertas de la piel, lo que facilita su eliminación. Los exfoliantes químicos son ácidos orgánicos denominados alfahidroxiácidos, betahidroxiácidos y polihidroxiácidos (AHA, BHA y PHA).
La exfoliación física consiste en la aplicación de un producto que contenga pequeñas partículas abrasivas, que masajeadas sobre la piel eliminan las células muertas.¹
Si tienes la piel sensible, te conviene utilizar un producto con partículas microfinas, en lugar de otras más grandes y abrasivas. Para la exfoliación facial, prueba Cetaphil Exfoliante Facial Suave, que contiene extracto de bambú, así como pro-vitamina B5 y E para ayudar a suavizar la piel.
Otras formas de exfoliación física pueden incluir el uso de algún accesorio. Por ejemplo, el uso de un guante de crin para la exfoliación corporal o tratamientos de cabina como la microdermoabrasión para la exfoliación facial.¹
La exfoliación tiene múltiples beneficios para la piel ya que proporciona un nivel de limpieza más profundo, eliminando restos de suciedad e impurezas que pueden irritarla.
Además, eliminar las células muertas de la superficie de la piel favorece la renovación celular y mejora su textura.¹
Algunos beneficios de la exfoliación son:
Exfoliar tu piel con frecuencia puede ayudarte a conseguir un aspecto radiante y a mejorar la apariencia de manchas oscuras, arrugas y líneas de expresión ⁴. Es importante que empieces poco a poco y que encuentres el producto más adecuado para tu tipo de piel, asegurándote de no exfoliar en exceso, ya que esto puede tener un impacto negativo en tu piel y aumentar la irritación, el enrojecimiento y la sequedad de la piel.
Por último, para una rutina de cuidado completa no olvides aportar hidratación a la piel y utilizar protección solar a diario.